M. A. MOLEÓN CAMACHO* y J. L. MILLARES LORENZO**
Las personas mayores de 65 años con fractura de cadera suelen tener antecedentes de fracturas vertebrales o de muñeca, así como presentar patologías crónicas de cierta importancia (enfermedades cardiovasculares, insuficiencia respiratoria, alteraciones metabólicas, etc.) y, una vez presentada la fractura, complicaciones postquirúrgica (mortalidad entre el 11-20%, descompensación de patologías crónicas previas, etc.). En nuestro trabajo encontramos que para disminuir las complicaciones es necesario la intervención de grupos interdisciplinarios de profesionales (Cirujano ortopédico, anestesista, médico internista o geriatra, rehabilitador, enfermeras, asistentes y trabajadores sociales, médico de atención primaria o de cabecera, siendo discutible la creación de Equipos de atención domiciliaria) para el tratamiento integral e integrado de los pacientes con fractura de cadera.