Luxación congénita de cadera. Nuestra Experiencia.
F. SAENZ DE RUEDA y F. LOPEZ VIZCAYA.
RESUMEN
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La luxación congénita de cadera (L.C.C.) representa, aún hoy día, un
auténtico problema dentro de la ortopedia infantil por su frecuencia y sobre todo por las
secuelas invalidantes que un diagnóstico tardío puede condicionar.
Basados en nuestra experiencia y revisión de un total de 334 casos, exponemos y valoramos
los resultados obtenidos y propugnamos una íntima colaboración entre tocólogos, pediatras y
ortopedas para evitar que la displasia luxante del recién nacido se transforme en una verdadera
luxación del niño que ya ha comenzado a caminar.
Ante la luxación ya establecida rechazamos cualquier intento de reducción forzada bajo
anestesia general e inmovilización en yesos sucesivos de Lorenz, y proponemos una metodología
basada en la reducción lenta por tracción continua en abducción progresiva, artrografía,
limbectomía si fuese necesaria y posterior osteotomía desrotadora subtrocantérea, a veces con
varización. Por encima de los 4 años pueden ser necesarias las acetabuloplastias.